Del diálogo para la paz
OPINIÓN
  Eduardo Piñate R.
Diario La Antena

Y lo volvimos a hacer, igual que el Comandante Supremo Hugo Chávez en la difícil coyuntura de 2002 a 2004, lo mismo que en 2017, 2018 y 2019, una vez más, el Presidente Obrero Nicolás Maduro logra sentar –ahora oficialmente- al sector más extremista de las oposiciones del país, vale decir, al “guaidocismo”, al que desarrolló una política insurreccional y golpista entre 2017 y 2020, el que armó los intentos de invasión de febrero de 2019 y la llamada “operación Gedeón” en mayo de 2020, el más vinculado y subordinado a la élite ultraderechista que gobierna los Estados Unidos de América y firmemente apoyado por el narcogobierno de Iván Duque en Colombia. Efectivamente, ayer, con el Reino de Noruega como facilitador y con los Estados Unidos Mejicanos como país y gobierno anfitrión, se dio inicio al trabajo de la Mesa de Diálogo entre el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y la oposición derechista, agrupada bajo el rimbombante nombre de “Plataforma Unitaria de Venezuela”, con la suscripción de un Memorando de Entendimiento que establece “una agenda, formato y pautas” acordadas entre ambas partes.

Con este hecho, de singular importancia en los tiempos que corren, cuando avanzamos hacia la mega elección del 21 de noviembre de este año y hemos garantizado la paz y la estabilidad política del país, a pesar de la agresión imperialista y de sus aliados y lacayos, los hemos vuelto a traer al carril de la democracia, al camino institucional. Los siete puntos de la agenda acordada así lo demuestran: 1) derechos políticos para todos, 2) garantías electorales para todos. Cronograma electoral para elecciones observables, 3) Levantamiento de las sanciones. Restauración de derecho a activos, 4) Respeto al Estado Constitucional de Derecho, 5) Convivencia política y social. Renuncia a la violencia. Reparación de las víctimas de la violencia, 6) protección a la economía nacional y medidas de protección social al pueblo venezolano y 7) garantías de implementación, seguimiento y verificación de lo acordado.Es una agenda que, si bien recoge planteamientos de las oposiciones del país, establece con absoluta claridad los temas que planteó con claridad el presidente Maduro desde el principio. Políticamente el inicio de los trabajos de esta mesa de diálogo fortalece la democracia venezolana, la participativa y protagónica, y aísla aún más a los más ultraderechistas y fascistas, cuyos núcleos principales están en Miami, Madrid y Bogotá, con una pequeñísima presencia en Venezuela. Seguimos venciendo.

Caracas, 14 de agosto de 2021