Es indudable que la pandemia por el COVID-19 ha cambiado al mundo y la forma de vida de las personas, y en la actualidad, gran parte de la cotidianidad se ha vuelto digital. Uno de los sectores más afectados es el educativo, y debido a ello, en Venezuela se adoptaron medidas específicas de prevención contra el contagio, trayendo como secuela, centros educativos desolados.

En consecuencia, el año escolar 2020-2021 fue totalmente virtual, desde la educación inicial hasta la superior universitaria, provocando cambios en el sistema educativo, entre ellos, la planificación y forma de evaluar al alumno a distancia.

Es por ello que el docente activo en estos tiempos de pandemia ha cumplido un papel difícil y de nuevos retos, así como lo expresa Blanca Marina Gómez, maestra del grado inicial del colegio Arquidiosesano Ángel de la Guarda de San Juan de los Morros, quien expresó: "Es difícil porque tenemos un solo nivel de preescolar y los niños tienen que llegar a primer grado con un inicio, es decir, saber tomar el lápiz, reconocer números y colores, escribir su nombre, etc., y para el representante también fue difícil ya que muchos no tienen las herramientas tecnológicas para comunicarse con el docente".  Gómez precisó que tiene 37 alumnos y para ella es más fácil el trabajo presencial, y añadió que este proceso a distancia ha enseñado a los padres a reconocer la labor y el compromiso del maestro en la educación de sus hijos.

Al mismo tiempo, la docente de educación media del liceo Juan Germán Roscio de la capital guariqueña, Eila Vilera, expresó que este periodo escolar fue muy embarazoso porque muchos estudiantes no se adaptaron al sistema: "No se logró el objetivo porque los estudiantes en su mayoría, no tenían cómo comunicarse con el docente, por ende, no respondían a las actividades asignadas ni a la planificación, además los alumnos han bajado su promedio y es muy difícil evaluarlos a distancia". Explicó Vilera, que en las asesorías presenciales programadas en lugares abiertos, también hubo problemas de comunicación debido a las prohibiciones por la pandemia.

Es importante acotar que muchos escolares se han ido de Venezuela junto a sus padres y por ende, ha bajado considerablemente la matrícula escolar.

En vista de que la pandemia por COVID-19 y el distanciamiento, han sido de mucha influencia en la educación, no todo es negativo; así lo expresó  Yonny Duarte, director encargado del colegio Federación Venezolana de Maestros: "La parte positiva es que este sistema a distancia ha unido más a la familia y esta circunstancia se ha presentado en nuestro país, sin embargo, esta nueva metodología no ha permitido un desarrollo total de lo que se necesita para la educación de los alumnos, ya que en casa no todos los padres tienen la pedagogía necesaria para enseñar a sus hijos", enfatizó Duarte. Esto ha traído como consecuencia, un déficit de conocimiento y cuando el período escolar 2020-2021 está finalizando, Yonny Duarte opinó que "no se alcanzó al cien por ciento el objetivo, ya que se pudo evidenciar que en muchos casos, las asignaciones de los estudiantes eran realizadas por sus representantes, pero esta modalidad fue necesaria para resguardarnos de esta pandemia".

Por otro lado, la carencia de herramientas tecnológicas ha afectado gran parte de la población estudiantil limitando la interacción entre padres, profesores y alumnos, causando que muchos no alcanzaran las competencias en su totalidad; esto evidencia la importancia de la comunicación entre el docente y el estudiante en el aula.

Para concluir, a pesar del distanciamiento y la ausencia en los salones de clases, el docente no ha dejado de trabajar y atender a sus alumnos, por el contrario, con este sistema virtual el maestro ha tenido que redoblar esfuerzos y han convertido sus hogares en su sitio de trabajo, afectando de alguna manera, su vida familiar.