Ing. Leonardo Cova
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La Luna, nuestro satélite natural, ha fascinado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, existe un aspecto de ella que ha capturado la imaginación de científicos y soñadores por igual: su lado oculto. Este hemisferio lunar, que nunca es visible desde la Tierra, ha sido objeto de numerosos mitos y especulaciones. En este artículo, exploraremos la naturaleza de este lado desconocido, su descubrimiento y su importancia científica.
Un Enigma Astronómico, el lado oculto de la Luna, también conocido como el "lado lejano", es la mitad de la superficie lunar que permanece siempre alejada de nuestros ojos. Esto se debe a un fenómeno llamado rotación sincrónica, donde la Luna gira sobre su propio eje en el mismo tiempo que tarda en orbitar la Tierra. Como resultado, solo vemos una cara de nuestro satélite.Este fenómeno ha llevado a muchos a imaginar un mundo misterioso y lleno de secretos. Durante siglos, se pensó que este lado podría albergar paisajes extravagantes o incluso vida extraterrestre. Sin embargo, la realidad es más prosaica y científica.
Descubrimiento y Exploración, el lado oculto de la Luna fue observado por primera vez el 7 de octubre de 1959, cuando la sonda soviética Luna 3 envió las primeras imágenes de esta región inexplorada. Las fotografías revelaron un paisaje sorprendentemente diferente al que se veía desde la Tierra. A diferencia del lado visible, que presenta grandes manchas oscuras llamadas "mares", el lado oculto está cubierto en gran parte por cráteres y montañas.Desde entonces, diversas misiones espaciales han explorado esta región. En 1968, los astronautas del Apolo 8 se convirtieron en los primeros humanos en ver el lado oculto durante su histórica misión alrededor de la Luna. Posteriormente, las misiones Apolo 10 y Apolo 16 también realizaron observaciones detalladas.
Características Geológicas, el lado oculto presenta características geológicas fascinantes. Una de las formaciones más notables es el enorme cráter llamado Aitken, que se encuentra en la cuenca del polo sur. Con un diámetro de aproximadamente 2,500 kilómetros, es uno de los cráteres más grandes del sistema solar y podría ofrecer pistas sobre la historia geológica de la Luna.Además, el lado oculto contiene una mayor cantidad de tierras altas y cráteres en comparación con el lado visible. Esta diferencia se debe a que el lado visible ha sido más afectado por la actividad volcánica y el impacto de asteroides a lo largo de los milenios.
Importancia Científica, el estudio del lado oculto de la Luna no solo satisface nuestra curiosidad sobre el universo, sino que también tiene implicaciones importantes para la ciencia y la exploración espacial. La falta de contaminación lumínica y atmosférica en esta región hace que sea un lugar ideal para la observación astronómica. Algunos científicos sugieren que podría albergar telescopios que permitan estudiar el cosmos sin interferencias.Además, el lado oculto puede contener recursos valiosos, como agua congelada y minerales raros, que podrían ser fundamentales para futuras misiones espaciales y la colonización del espacio.
La razón de su cara oculta, la explicación la aportó la mecánica celeste. Así como la Luna ejerce sobre la Tierra mareas que levantan los mares, nuestro planeta actúa sobre la esfera lunar, y lo hace con mareas mucho más intensas.Tanto que, con el tiempo, las mareas terrestres han alargado la Luna en dirección hacia la Tierra y la han forzado a rotar alrededor de su eje en el mismo tiempo que invierte en completar una órbita en torno a nuestro planeta.No es que la Luna no rote, sí que rota, lo que pasa es que lo hace al mismo compás de su giro orbital. Como resultado de esta rotación sincrónica, desde la Tierra solo vemos una cara de la Luna, congelada, sin giro aparente. En justa correspondencia, al otro lado hay todo un hemisferio invisible, la cara oculta de la Luna.
Palabra de la semana, ROTACIÓN SÍNCRONA O SINCRÓNICA, ocurre cuando los periodos orbital y de rotación de un cuerpo coinciden, es decir cuando la velocidad angular de rotación de un cuerpo es la misma que su velocidad angular de traslación orbital, en forma tal que siempre se mantiene el mismo hemisferio apuntando al cuerpo al cual orbita.
Bibliografía: https://www.nationalgeographic.com.es/ https://es.quora.com/
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