«Bad Bunny baby». Este estribillo utilizado en canciones dentro de la discografía de Benito Martínez Ocasio, mejor conocido como Bad Bunny, es el causante de una demanda por derechos de imagen, derechos morales de autor y daños y perjuicios, sometida el 1° de marzo en el Tribunal de Primera Instancia de San Juan, donde se solicita una compensación no menor de 40 millones de dólares al sumar todos los daños sostenidos por la demandante.
La demanda fue radicada por Carliz De La Cruz Hernández, quien es licenciada en derecho desde 2021, y quien tuvo una relación de noviazgo con el artista desde 2011 a 2016, momento en que Martínez Ocasio solo tenía sueños de convertirse en una estrella de la música.
Según indica la demanda, De La Cruz Hernández grabó un estribillo en su celular, a pedido de Bad Bunny, el cual fue usado inicialmente en el tema «Pa’ ti» (2017) y más adelante en la canción «Dos mil 16», que aparece en el álbum Un verano sin ti, de 2022. Es el uso de dicha grabación en este último tema lo que provocó el litigio.
Tal y como aparece en el documento legal, en 2015 De La Cruz y Martínez Ocasio «decidieron que sería una idea cautivadora que, seguido de su nombre, se incluyera la palabra ‘Bab». Buscando que fuera más original, ambos decidieron que era mejor que la frase se grabara con la voz de Carliz.
Según narra la demanda, ese mismo año, mientras la novia de Bad Bunny se encontraba en su hospedaje, junto a una amiga, ésta recibió un pedido de parte del cantante para que se grabara diciendo «Bad Bunny baby», algo que la joven hizo en su celular. De hecho, el documento menciona que De La Cruz se movió hasta el baño del apartamento porque era donde menos ruido había. Luego le envió la grabación al intérprete de «Me porto bonito».
Luego de usar el estribillo en varios temas que grabó y subió en la plataforma de SoundCloud, según aparece en el documento, el artista publicó en diciembre de 2016 el tema «Pa’ ti», donde también cantó Bryant Myers, en la que aparecía la frase y la voz de la joven «sin su consentimiento, ni autorización por escrito». Esta fue la primera canción que grabó Bad Bunny para el sello discográfico de Rimas Entertainment y que incluía la voz de De La Cruz Hernández. El cantante había firmado un contrato en abril de 2016 con dicha empresa. Sin embargo, entre junio y diciembre la demandante alega que Bad Bunny se presentó en Puerto Rico, Estados Unidos y República Dominicana, donde comenzaba los conciertos con la voz de la abogada repitiendo la frase «Bad Bunny baby», junto con una pista de fondo.
Hace menos de un año, el 5 de mayo de 2022, un día antes del lanzamiento del álbum Un verano sin ti, la demandante alega que los representantes del artista le enviaron unos contratos, los cuales nunca fueron firmados. «Sin embargo, al otro día se publicó y se vendió el disco que contenía la voz de la demandante sin importar si daba su consentimiento para el uso de su voz o no, es decir, su identidad», explica la demanda. La voz de la abogada también se pudo escuchar en todos los espectáculos dados por Bad Bunny en su gira Un verano sin ti, que se llevaron a cabo en Puerto Rico y en un sinnúmero de ciudades en Estados Unidos y América Latina a partir de julio de 2022.
Además de la violación de los derechos morales de autor y de la violación de los derechos de imagen, De La Cruz Hernández también alega que la falta de consentimiento en el uso de su voz da paso también a una reclamación de daños y perjuicios. La demandante está solicitando para cada una de las ocho causas de acción que detalla la demanda, una compensación no menor de 5 millones de dólares, lo que suma a un total de 40 millones de dólares por todos los daños sostenidos por la demandante.
Los demandados en este caso incluyen, no solo a Martínez Ocasio, sino también a Rimas Entertainment, LLC.; Noah Assad Byrne (manejador del artista); Rimas Classics, LLC.; y Noah Assad LLC., entre otras compañías y personas que no fueron identificadas en el documento entregado al tribunal.
Relación de noviazgo
Según la demanda, De La Cruz Hernández y el exponente de música urbana comenzaron una relación de noviazgo, mientras ambos trabajaban en el supermercado Econo. En ese momento «Martínez constantemente estaba creando pistas, ritmos y canciones y siempre se las mostraba a De La Cruz para preguntarle su opinión”, detalló la demanda. “De La Cruz ayudaba a Martínez a agendar los ‘parties’, le daba su opinión sobre las canciones para el ‘rundown’ de sus ‘shows’ y, además, le realizaba las facturas, así como los contratos”.
Igualmente, la demanda revela que ambos comenzaron a estudiar en la Universidad de Puerto Rico Recinto de Arecibo, donde ella cursaba un bachillerato en Administración de Empresas con concentración en contabilidad, mientras que el artista estudiaba un bachillerato en Tecnología de la Comunicación Teleradial. Más adelante, en 2014, Martínez Ocasio decidió dejar el bachillerato y pasar a estudiar ingeniería de sonido en el Colegio de Cinematografía, Artes y Televisión.
“Con el propósito de empezar el año 2016 de la mejor manera posible, el 1 de enero de ese mismo año Benito A. Martínez Ocasio le pidió matrimonio a Carliz De La Cruz Hernández”, indicó la demanda, para añadir que ambos acordaron que se casarían en julio de 2016. Fue justo en ese año, que el cantante comenzó a tener éxito y ya su nombre se comenzaba a escuchar en la industria de la música urbana.
Ese año, la joven fue aceptada en la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico. Sin embargo, en mayo de 2016, De la Cruz Hernández decidió romper su relación con el artista, razón por la cual canceló todos los preparativos que tenían para su boda. En 2017 retomaron la relación sentimental, pero la misma no duró mucho tiempo. Ambos mantuvieron contacto hasta el 2018.
La controversia de todo este asunto surgió varios días antes de que se estrenara a nivel mundial el súper exitoso álbum de Bad Bunny, Un verano sin ti, nominado al Álbum del Año en los premios Grammy de 2023.
“Luego de varios años, específicamente el 3 de mayo de 2022, Jomar D. Dávila Narváez, en representación de Noah Assad, Rimas y Martínez Ocasio, se comunicó con De La Cruz mediante la plataforma social de Instagram. A través de un mensaje directo, Dávila le envió a De La Cruz su número de teléfono y le comentó que tenía que hablar con ella”, explica la demanda. “Acto seguido, le pidió que lo llamara. De La Cruz llamó a Dávila esa misma noche. En la llamada, Dávila le mencionó: “Yo sé que no te gusta hablar de Voldemort (refiriéndose a Martínez), pero tengo que preguntarte algo”.
En ese momento, Dávila le explicó que a Martínez Ocasio le interesaba comprar el “tag” que grabó la joven con su voz diciendo “Bad Bunny baby” y que pusiera un precio para que Rimas y Bad Bunny pudieran comprarlo. Según se indicó, Dávila le ofreció a De La Cruz 2000 dólares para comprar el “tag”, a lo que De La Cruz se negó y le indicó que como único formalizaría un acuerdo era por escrito. Dada la negativa de De La Cruz Hernández, Dávila le preguntó que si él le podía pasar su número a Rimas para que negociaran, a lo que De La Cruz accedió.
Según alega la demanda, en la noche del 3 de mayo de 2022, Lucas Barbosa, un empleado de Rimas, se comunicó con De La Cruz a través de mensajes en WhatsApp. Más adelante, en una llamada telefónica, Barbosa le indicó por primera vez a De La Cruz que querían comprar el “tag” con su voz, ya que lo utilizarían en una canción que saldría en el nuevo álbum de Martínez. De La Cruz le respondió a Barbosa que no autorizaría la utilización del “tag’ con su voz, sin antes escuchar la canción y sin la oportunidad de analizar y discutir el contrato por escrito.
Al día siguiente, el 4 de mayo de 2022, Barbosa y De La Cruz se encontraron con el propósito de escuchar la canción, momento en que Barbosa le propuso a la demandante que aceptara el acuerdo, a lo cual De La Cruz se negó nuevamente. Tras lo anterior, Barbosa acordó que se comunicaría con la división legal de Rimas, por lo que el 5 de mayo de 2022, un día antes del lanzamiento de ‘Un verano sin ti’, Teresita Chávez Pedrosa, directora de negocios y asuntos legales de Rimas, comenzó una serie de comunicaciones a través de correos electrónicos y varias llamadas en las cuales nunca lograron llegar a un acuerdo, alegando la demandante que en una llamada, “se sintió intimidada y forzada” a brindar información, además de que su abogado le había aconsejado no firmar ningún acuerdo de forma precipitada. En un momento dado, se le ofreció a De La Cruz Hernández $20,000 por el “tag”.
A partir de la publicación de la canción “Dos Mil 16″, que posee más de 60 millones de reproducciones en YouTube y 280 millones en Spotify, el nombre de De La Cruz Hernández comenzó a circular por las redes sociales, debido a que su voz fue reconocida en dicho tema. Todo eso, según la demanda, “ha provocado y actualmente causa, que De La Cruz se sienta preocupada, angustiada, intimidada, agobiada y ansiosa”, explica el documento legal. “La situación para De La Cruz se tornó inmanejable, al punto de que tuvo la necesidad de comunicarse con múltiples psicólogas en busca de ayuda lo más pronto posible”.
El documento, presentado ante el Tribunal de Primera Instancia de San Juan fue firmado por los licenciados José M. Marxuach Fagot y Joanna Bocanegra Ocasio.
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